La vivencia de la propia sexualidad está muy relacionada con nuestro
bienestar personal. Proponemos dos posturas básicas para tener
relaciones de buenos tratos y abandonarse al placer:
1. Sexo consentido: porque las relaciones eróticas
son un viaje sin destino, una ruta de placeres que van trazando las
personas implicadas y en la que cada quien puede decidir apearse cuando
quiera.
2. Sexo con sentido: cuidando a las personas con las
que compartimos las relaciones sexuales y cuidándose a sí mismo,
compartiendo lo que queramos con quien queramos y cuando queramos.